Llevo dos décadas creando blogs y diez años viviendo exclusivamente de ellos. En todo este tiempo he asistido una decena de veces a la muerte de los blogs, pero estos siempre han acabado resucitando.
Más bien, creo que no han resucitado, sino que nunca han muerto. Aquí van unos datos rápidos que escenifican muy bien el estado actual de los blogs:
- Existen más de 600 millones de blogs en todo el mundo, representando aproximadamente el 31.6% de todos los sitios web del mundo. (Fuente: Wix).
- Alrededor del 83% de los usuarios de internet (aproximadamente 4.44 mil millones de personas) leen blogs regularmente. (Fuente: HubSpot).
- Los sitios web con blogs experimentan un aumento del 55% en el tráfico en comparación con aquellos sin blog. (Fuente: DemandSage).
- En 2010, solo el 11% de bloggers ganaban un sueldo para vivir a tiempo completo con sus blogs, pero en 2025 ese porcentaje es del 25%. (Fuente: Productivebloggin).
Más allá de datos, quiero contarte cómo veo yo el futuro del blogging, si sigue valiendo la pena y qué papel van a tener los blogs en un futuro en el que la amenaza del internet muerto por la eclosión de la IA es más real que nunca.
El blog auténtico y honesto como factor diferencial en la era de la IA
Uno de los argumentos que escriben los enterradores del blogging es que ya nadie lee artículos largos, las jovenes generaciones consumen mayoritariamente shorts (en TikTok, YouTube o Instagram) y ni siquiera saben lo que significa la palabra blog.
Pero esto no es verdad. Con los datos anteriores ya te he demostrado que los blogs siguen teniendo una presencia muy importante en internet. Creo que siempre va a haber un público deseoso de leer contenidos profundos, que analicen en detalle teorías y puntos de vista únicos y originales.
Esto va a ser aún más importante en la era de la IA. En tiempos en los que replicar cualquier tipo de contenido (no solo textos, también imágenes y vídeos) es sumamente fácil con un simple prompt, el blog representa una oportunidad única de diferenciarte y crear marca personal.
Es muy simple: internet se va a ver inundado de lo que en ingles llaman AI Slop: contenido mediocre, aburrido, mil veces regurgitado por la IA, sin alma y que apesta a artificial a kilómetros de distancia. Seguro que tú mismo ya lo has comprobado: lees un texto y ya puedes detectar rápidamente si ha sido generado con IA o lo ha escrito un humano.
Creo que construir autoridad y demostrar honestidad y autenticidad en la creación de contenidos va a ser un factor clave y diferencial.
Este tipo de blog sí está muriendo
En los inicios de internet, el blog era personal y casi artesanal, llevado a cabo por personas con conocimientos técnicos. La llegada de plataformas como Blogger y CMS como WordPress permitieron a millones de personas tener su propio diario en internet.
El blog personal fue siendo relegado poco a poco por las redes sociales, ya que tenía mucho más sentido compartir tu vida en ellas. Además, nuevas formas de monetización (publicidad, afiliación, generación de leads) y la manipulación constante del algoritmo de Google a través del SEO hicieron muy fácil montar un blog con el que ganar dinero, y ahí el blog personal no tenía sentido porque tenía pocas vías de monetización.
El dinero estaba en atacar keywords (palabras clave) analizando qué es lo que más busca la gente y publicando artículos en blogs que respondieran a la intención de búsqueda. Durante más de diez años el blogging ha consistido en escribir para algoritmos antes que para personas, e internet se ha inundado de blogs y páginas nicho sin alma, creadas con el único fin de monetizar, tratando temas que al autor ni le van ni le vienen.
Es un modelo que funcionó muy bien (yo mismo lo he usado) pero está condenado a desaparecer. Ojo, no digo que la afiliación o la monetización de blogs vaya a desaparecer, pero sí creo que el concepto de página nicho, entendiendo ese blog cutre, creado solo para ganar dinero, atacando keywords de long tail para posicionar rápido y fácil y llenando la página de anuncios intrusivos y enlaces de afiliados no es que vaya a morir en un futuro, es que ya lo está haciendo.
Las últimas actualizaciones de Google (sobre todo las llamadas Helpful Content Update entre 2022 y 2024) han arrasado este tipo de webs, dejando sin tráfico y sin ingresos a miles de personas, casi de la noche a la mañana. En concreto, las actualizaciones de septiembre de 2023 y marzo de 2024 fueron devastadoras, las de mayor impacto en la historia del buscador solo detrás de las también infames Panda y Penguin.
Aún se siguen viendo páginas nicho, blogs y webs de spam y de poca calidad, básicamente porque el algoritmo de Google está muy lejos de ser perfecto y el spam siempre va a encontrar fisuras en el algoritmo, pero en términos generales montar hoy un blog de este tipo es remar contrarriente y no compensa el esfuerzo.
El regreso del blog personal
Yo he sido muy crítico con Google y estas actualizaciones, ya que en muchos casos ha provocado daños colaterales tremendos en webs de calidad, que no merecían semejante castigo. Sin embargo, debo reconocer que algo había que hacer ante el estado general de internet, y debo confesar que estoy sorprendido por uno de los efectos que han provocado estos updates de Google: el regreso del blog personal.
Estoy viendo -cada vez más- blogs personales bien posicionados en los rankings de Google, y cuando digo blogs personales me refiero a blogs sin una temática clara, en la que simplemente el blogger escribe sobre lo que le apetece. Esto es un cambio de paradigma absoluto, después de más de una década en la que parecía que era imposible rankear en buscadores si no te centrabas en un nicho.
En casi todas las ocasiones en las que me he topado con un blog personal en Google he querido comprobar cómo le estaba yendo a ese blog en términos de tráfico orgánico, y en la mayoría de las veces el blog estaba creciendo en posicionamiento y en visitas.
Quizás a esto se referían desde Google cuando hablaban de «hidden gems«: volver a dar relevancia a contenidos originales y unicos, en los que el autor expresa su punto de vista (aún cuando no sea un punto de vista de consenso) y comparte vivencias y experiencias propias.
En realidad esta tendencia por recuperar el blog personal se viene adivinando desde hace tiempo con el crecimiento de plataformas como Medium o Substack: Medium reunió en 2024 más de 180 millones de visitantes mensuales con 50 millones de usuarios activos, y Substack registró en enero de 2024 49,4 millones de visitantes únicos, lo que representa un aumento del 40% desde agosto de 2023.
Hay una demanda real por contenido útil, original y de valor, y aquí el blogging tiene mucho que decir, más incluso que las redes sociales.
Si creías que las redes sociales eran el refugio, olvídate
Algo que no deja de sorprenderme es ver cómo creadores de contenido de todo tipo tienen presencia en una o varias redes sociales, pero ni siquiera tienen página web propia. Es un error tremendo.
Las redes sociales están «mierdificadas«, aún en mayor grado que los blogs, y ya son un nido de fake news, bots y deepfakes. Especialmente sangrante es el caso de Facebook, pero si crees que YouTube o TikTok están a salvo, piénsatelo dos veces: con lo fácil que se va a volver generar vídeo con IA, estas plataformas están también en serio riesgo.
Pero el mayor error de no tener web o blog personal y tener únicamente perfiles en redes sociales no es el AI slop, sino el poco control que tienes sobre tu negocio. Compañías como Meta tienen un largo historial de actualizaciones de algoritmo, mucho peores que los de Google, además de una tendencia por bloquear y cerrar cuentas sin dar motivos o explicaciones.
Tener un blog propio te blinda ante los caprichos y la arbitrariedad de estas compañías: Google puede cambiar de arriba a abajo su algoritmo y Meta puede cerrar tu cuenta de Instagram, pero tu blog seguirá siendo tuyo y puedes llevártelo donde quieras, reutilizando incluso su contenido para publicarlo en otras plataformas.
Hay que tener en cuenta otra cosa: la mayoría de la gente está en redes sociales por entretenimiento. Es decir, quien navega por una red social no tiene una intención comercial sino simplemente por divertimento y distracción. Además, los algoritmos de las redes sociales premian el engagement, la viralidad y la inmediatez, con lo que vender en ellas no es una estrategia a largo plazo.
La conversión de los blogs es mayor porque, quien busca una keyword de carácter comercial o transaccional en un buscador, y acaba llegando a tu blog, hay muchas probablidades que esa persona acabe comprando tus servicios o el producto que promocionas. Por no hablar del mayor potencial de conversión a largo plazo, gracias a su carácter perenne (siempre que sea contenido evergreen) y su capacidad para generar autoridad y credibilidad, algo muy difícil de lograr en redes sociales salvo para influencers.
Condensando y resumiendo todo lo que te he contado, mi pronóstico es que estamos en una época que vuelve a ser propicia para el blogging. En concreto, veo varios escenarios de oportunidad:
- Google está posicionando muy bien blogs de ecommerce o venta de servicios. Si tienes un comercio electrónico o vendes un servicio, y no tienes un blog activo, estás dejando dinero encima de la mesa.
- Si eres un creador de contenido o alguien que busca construir su marca personal, este es el momento de empezar tu blog. Da igual si no es una temática concreta o no tienes claro aún tu nicho: empieza ahora a edificar tu presencia online y tu autoridad, antes que sea demasiado tarde.
- Si simplemente quieres montar tu blog como hobby, escribiendo acerca de lo que te apetezca sin cerrarte a ningún tema concreto y sin limitarte a un nicho, los vientos empiezan a ser favorables y vas a tener mucho más tráfico y tracción que la que podrías haber tenido hace cinco años.
- Si quieres crear un negocio en torno a un blog, también es un buen momento: los blogs siguen vivitos y coleando y ha habido una limpia brutal de competencia tras los HCU de Google, con miles de spammers y oportunistas virando a otro tipo de negocios.
Ahora bien ¿Cómo afrontar la redacción de contenidos y el SEO para un blog en estos tiempos, y no caer en la trampa de la sobreoptimización y en escribir para algoritmos antes que para personas? Tengo pensado publicar otro artículo hablando justamente de esto, así que permanece atento.