
Monument Valley: Un plató de Hollywood al aire libre
Cómo visitar uno de los lugares más míticos de Estados Unidos.
Monument Valley no necesita mucha presentación. Esta reserva dentro de territorio navajo es uno de los lugares más fotografiados del mundo, y no solo fotografiados sino también «rodados»: John Ford hizo de este sitio su patio de recreo particular y aquí rodó algunas de sus mejores obras, como Stagecoach (La diligencia, 1939) o The Searchers (Centauros del desierto, 1956).
Aunque el nombre de John Ford está inevitablemente asociado a Monument Valley, otras películas míticas como Forrest Gump (1994), Once Upon a Time in the West (Hasta que llegó su hora, 1968) o Thelma & Louis (1991) también tienen escenas con el telón de fondo de los impresionantes mittens, que son estas formaciones rocosas que dan forma y vida a este singular paraje del oeste americano.

Monument Valley, de un vistazo
Monument Valley forma parte de la meseta del Colorado y se encuentra justo en el límite entre Utah y Arizona, aunque en realidad esto es territorio navajo. El parque es gestionado por los navajos, y no tiene nada que ver con el resto de parques nacionales de EEUU.
Se llega por por la Highway 163, una carretera escénica que atraviesa el valle y que ofrece una de las vistas más famosas del oeste: la carretera recta que se pierde en el horizonte con los famosos mittens al fondo, inmortalizada en la película Forrest Gump. Este punto es fácilmente localizable, y verás a numerosos turistas a cualquier hora del día tratando de obtener una instantánea del lugar. Justamente allí me dirigí, antes de entrar al parque.

Monument Valley es una parada clásica en un road trip por la costa oeste, a medio camino de los parques de Arches y Canyonlands y el del Gran Cañón. No hay transporte público, así que alquilar coche es indispensable para llegar. Además, el coche es imprescindible también para realizar la visita, que consiste en un recorrido circular por la Valley Drive, una polvorienta pista de tierra que te lleva durante 17 millas por miradores desde contemplar de cerca los mittens.
La pista puede hacerse con turismo, siempre que no sea muy bajo, aunque es mucho más recomendable hacerla con 4×4. Si no quieres arriesgarte a dañar el coche de alquiler, los navajos organizan tours guiados. La duración del recorrido depende de cuántas paradas hagas, pero suele llevar unas 3 horas.

Los puntos de interés en el recorrido son los mittens, las formaciones rocosas que han recibido nombres según sus curiosas formas. East Mitten y Merrick Butte son las formaciones más famosas, seguidas por las Three Sisters, Elephant Butte y Camel Butte, estas dos últimas por su forma que recuerda (a mi parecer muy ligeramente) a estos animales.
Artist’s Point es otro punto con una panorámica global de todos los mittens, aunque quizás la vista más impresionante es la de John Ford’s Point, mirador nombrado en honor al grandísimo director de cine que ha popularizado este lugar con sus westerns (foto de portada).

El recorrido en coche por la Valley Drive vale la pena, pero sabe a poco. Mi recomendación, si tienes tiempo y dinero, es que reserves un tour guiado por los navajos, ya que en estos tours te llevan a zonas restringidas del parque a las que no puedes ir por tu cuenta, y explican historias y costumbres del pueblo navajo, haciendo que la visita sea mucho más enriquecedora.
Si eres fotógrafo o tienes interés por la fotografía, entonces te recomiendo hacer el tour de Monument Valley al atardecer o la otra variante, al amanecer, momentos en los que las sombras alargadas y la luz dorada realzan las texturas del paisaje, regalándote estampas mucho más épicas de los mittens. Yo me arrepiento muchísimo de no haberlo hecho, y si planificase hoy mi viaje, sin duda trataría de visitar Monument Valley haciendo alguno de estos tours, e incluso ambos.

Un premio de consolación si no puedes hacer el tour navajo al ocaso es volver a Forrest Gump Point. No serás el único: son muchos quienes se concentran en este punto para fotografiar una panorámica preciosa.
Otra opción para captar el atardecer y el amanecer es pernoctar en los dos hoteles más cercanos al parque. El The View Hotel ofrece la mejor vista directa de las mittens, y una alternativa, menos espectacular pero algo más económica, es el Gouldin’s Lodge.
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