En septiembre de 2021 viví una de las experiencias más alucinantes de mi vida: vi por primera vez un volcán en erupción y ríos de colada de lava, acercándome a solo un metro de ellos. Fue en el volcán Fagradalsfjall de Islandia.
Este volcán estuvo dormido durante cientos de años, pero en 2019 la zona empezó a registrar terremotos que indicaban que estaba despertando de nuevo. En marzo de 2021 una erupción confirmó la nueva actividad del volcán, y desde entonces han habido nuevas erupciones en 2022, 2023 y 2024, que han colocado al Fagradalsfjall como uno de los principales atractivos de Islandia.
Han pasado cuatro años de mi viaje y mucho ha cambiado desde entonces. No olvidemos que se trata de un volcán activo, y que la lava ha ido transformando el paisaje; también las rutas que se han ido habilitando para que los turistas puedan ver el espectáculo.

Fagradalsfjall, de un vistazo
Así fue mi visita a Fagradalsfjall
Fagradalsfjall fue el primer lugar que visitamos en Islandia. La primera erupción fue en marzo de 2021, pero en septiembre de ese mismo año la erupción cogió fuerza coincidiendo con nuestro viaje. Nadie en el grupo tuvo dudas de que el road trip por Islandia debía comenzar en Fagradalsfjall, ubicado a unos 40 kilómetros de Reikiavik.
A lo lejos ya se veía el humo y el fulgor color rojo de la lava, y la emoción iba in crescendo conforme nos acercábamos. Lo que vimos allí fue absolutamente descomunal e inolvidable: el volcán había formado una enorme colada de lava que se desprendía libremente en dirección al valle de Meradalir, lugar donde años más tarde, en 2023, daría inicio otra erupción que formaría un nuevo cono volcánico.

El sendero habilitado permitía acercarte muy, muy cerca de los ríos de lava. Tan cerca que podías tocarla si querías, nadie te lo impedía. Fueron varias las ocasiones en las que nos acercamos a un metro de la lava, aunque el calor que desprende te impide estar mucho tiempo cerca.
Los comentarios de asombro iniciales fueron dando lugar, progresivamente, a un silencio cada vez introspectivo. El espectáculo natural era tan abrumador que nos dejó sin palabras, solo con el ánimo y el espíritu de disfrutar y exprimir el momento para grabarlo en nuestras retinas.
Especialmente impactante era ver cómo la lava acababa desbordando el lecho de la colada, abriendo nuevas vías por la ladera de la montaña, en algún tramo incluso «comiéndose» parte del sendero que se había habilitado. Podías ver en vivo y en directo cómo la naturaleza moldeaba el paisaje. En una hora de excursión por Fagradalsfjall experimentamos en carne viva lo que los libros de ciencia nos enseñaron en el colegio. Así es como se formó el mundo y éramos espectadores de lujo de una fuerza natural que no muchos tienen la suerte de ver ni una sola vez en sus vidas.

El sendero te acercaba a una distancia prudencial del cono volcánico, pero toda la suerte que tuvimos de poder acercarnos tanto a la colada de lava se volvió una pequeña decepción al ver que en aquel momento el volcán no estaba demasiado activo, y lo más que se veía era humo y cenizas, nada de emisión de lava.
Pero no me quejo. Lo que vi ya fue suficiente recompensa. Lo cierto es que empezar un viaje por Islandia de esta manera, ya en el primer día de viaje, fue algo tremendo. Vivir lo mejor de un viaje en el primer día puede hacer que el resto del viaje sepa a poco, pero afortunadamente Islandia tiene suficientes reclamos que hicieron que el viaje fuese espectacular de principio a fin, como el imponente glaciar de Vatnajökull, la inesperada belleza del cráter de Hverfjall, o alguno de los mejores trekkings de la isla, como el de Landmannalaugar.
Así ha evolucionado el volcán desde entonces y esto es lo que puedes visitar
Desde la histórica erupción del Fagradalsfjall en 2021 la actividad volcánica ha sido continua en la península de Reykjanes, con hasta doce erupciones registradas desde aquel momento. Entre las más potentes está la erupción de julio de 2023 en el cono Litli‑Hrútur y, más recientemente, una serie de episodios iniciados en diciembre de 2023 en la zona de Sundhnúksgígar, incluido el último estallido ocurrido el 16 de julio de 2025.

A día de hoy, el área original de Fagradalsfjall que yo visité sigue abierta al público, siempre que no haya una erupción activa. Desde los aparcamientos parten varias rutas señalizadas que permiten acercarse a los restos de la erupción de 2021. El sendero más popular es el Trail A, con una longitud de unos 8 kilómetros que transcurre paralela a los campos de lava ya solidificados.
Las erupciones más recientes, sin embargo, han generado nuevas restricciones. Las zonas activas, como Sundhnúksgígar, permanecen cerradas por motivos de seguridad, aunque desde julio de 2025 se ha inaugurado el “Sendero B”, que conduce a dos miradores (B1 y B2) con vistas a los nuevos cráteres. Otras rutas, como los Trails C, E o Natthagi, exploran distintos miradores y formaciones, algunas con recorridos de hasta 20 kilómetros en terrenos más exigentes. La web de Reykjanes tiene información y mapas con estos trails.