Imagen en el trekking a la cascada de Glymur Imagen en el trekking a la cascada de Glymur

Los mejores trekkings de una jornada en Islandia

Islandia es un destino perfecto para los aventureros más comodones: aunque son varios los grandes trekkings de varias jornadas, son más los trekkings de un solo día que puedes hacer a lo largo de una ruta en coche por la famosa Ring Road que da la vuelta a la isla.

De los trekkings de una sola jornada que puede hacer durante mi viaje, me quedo con estos que te voy a describir a continuación. Con una dificultad variable, en general son caminatas asequibles para cualquier persona en buen estado físico, pero que recompensan con unos paisajes increíbles.

Ruta a la cascada de Glymur, mi trekking favorito en Islandia

Mi jornada de trekking favorita de Islandia fue la más inesperada, ya que ni siquiera sabía de él antes de poner un pie en la isla. Con 190 metros de altura, la cascada de Glymur es la segunda de mayor altitud de Islandia, y fue la primera hasta el reciente descubrimiento de la cascada de Morsárfoss, que la supera en 50 metros. Aún así, la cascada de Glymur es impresionante, y aún más el sendero que lleva hasta ella, una ruta circular de unos 7 Km, con un desnivel de 360 metros y una duración de entre 4 y 5 horas.

Parte del encanto de Glymur está en el hecho que está bastante escondida, y para verla no queda otra que caminar. Esto también disminuye el número de turistas que vas a encontrar durante el trekking, lo cual también es un plus. Pero el gran atractivo de esta ruta es, sin duda, el componente aventurero, ya que la ruta habitual cruza hasta dos veces un río que, según la época, puede obligar a meter los pies en el agua hasta las rodillas.

Por ello, no está de más considerar llevar un segundo par de botas de repuesto o unos escarpines. Además, es obligado calzar unas buenas botas de montaña que tengan una suela decente; son muchos los tramos de roca mojada y resbaladiza en la subida hacia la parte superior de la cascada.

El punto de inicio de la ruta se encuentra a poco más de una hora en coche desde Reikiavik, y solo podrás llegar hasta aquí en coche de alquiler, pues no hay transporte público ni tours que cubran este trayecto. Tras dejar el coche en el parking se inicia el trekking hacia el río Botnsá. Antes de tomar el camino de bajada al río pasarás por la fotogénica cueva de Þvottahellir, para poco después llegar al primero de los cruces del río: un tronco y un cable de acero facilitan el paso, pero si el río lleva mucho caudal te va a tocar mojarte los pies.

Después comienza un fuerte ascenso por el lado derecho del río. El camino se va volviendo cada vez más empinado y hay varios tramos habilitados con cuerdas para hacer más seguro el ascenso. Se van sucediendo varios miradores desde donde ya puede divisarse la cascada de Glymur, pero es en el mirador de Hellupalur donde puede verse ya en todo su esplendor.

Vista de la cascada de Glymur en la ascensión por el lado derecho del cañón.

A partir de aquí tienes la opción de volver por donde has venido, o bien continuar el ascenso hasta la parte superior de la cascada, atravesar nuevamente el río y descender por el lado contrario, completando la ruta circular. El segundo cruce es más salvaje que el primero: aquí ni siquiera hay tronco o cable de ayuda para garrarse, y se trata simplemente de atravesar el río por la parte menos profunda, si bien te vas a mojar hasta las rodillas sí o sí.

Este cruce tiene también algo más de peligro que el primero, ya que la corriente de agua es más fuerte cuanto más cerca estás de la caída de la cascada. Por ello se aconseja fervientemente realizar el cruce lo más lejos posible de la cascada. Aún así, el paso es bastante seguro y no debe plantear muchos problemas, más allá de mojar las piernas en un agua fría que cala hasta los huesos.

El descenso se hace por el otro lado del valle y transita primero por zona rocosa, para más adelante atravesar zona de pasto y, por último, volver al bosque del inicio de la ruta. Todo este tramo también puede ser una buena alternativa si no quieres -o no te ves capaz- de cruzar el río; justo antes de la antes mencionada cueva de Þvottahellir se puede tomar el sendero que sube por este lado del cañón, en lo que es una opción menos aventurera pero que regala igualmente magníficas vistas de la cascada en sus miradores superiores.

Contemplando el glaciar Vatnajökull en la subida al pico Kristínartindar

Te hablaba de este trekking en otro artículo del blog. Es un trekking menos «aventurero» que el de Glymur, pero tiene algo que lo hace absolutamente recomendable, y es poder ver uno de los glaciares más grandes que quedan en toda Europa, el Vatnajökull, una bestia de hielo de 3.000 km³, 150 km de este a oeste y 100 km de norte a sur.

Un servidor contemplando el horizonte en el primer mirador a la lengua glaciar de Skaftafellsjökull.

La subida al cercano pico Kristínartindar va regalándote vistas fantásticas de la lengua glaciar Skaftafellsjökull, una de las muchas que parten del glaciar principal, y ya en el pico, de 1.125 metros de altura, se disfrutan de unas vistas también impresionantes de otra lengua glaciar al oeste, la de Morsárjökull, y de la cascada Morsárfoss, que es precisamente la cascada descubierta en 2007, y que destronó a Glymur como la más alta de Islandia.

El trekking completo es una ruta circular que parte del centro de visitantes del Parque Nacional Vatnajökull. Son 18 Km de longitud y con un desnivel positivo de 1.100 metros, con una duración de entre 6 a 8 horas. Es una ruta exigente por su duración y desnivel, pero es totalmente factible hacerla en un día, y puede que hasta te de tiempo a completar la jornada con una visita al lago de Jokulsarlon y la Diamond Beach, otras dos joyas naturales imprescindibles que hay en Islandia.

Pequeña ruta circular por el paisaje marciano de Landmannalaugar

La zona de Landmannalaugar tiene uno de los paisajes más marcianos que he visto nunca: montañas de riolita que mezclan el color rosado, verde y negro, salpicadas por fumarolas de la actividad geotérmica y campos de lava moldeados tras milenios de erupciones volcánicas.

El trekking de varios días por entre Landmannalaugar y las tierras altas de Islandia está reconocido como uno de los mejores del mundo, pero hay una opción mucho más corta que ya da buena cuenta de este paisaje de otro planeta del que te hablo. Es una ruta circular de poco más de 12 Km que parte de las inmediaciones del camping que hay al lado de los baños termales de Brennisteinsalda, de unas 3 horas y media de duración y con un desnivel de 670 metros.

El paisaje de Landmannalaugar es una auténtica «marcianada» que parece venida de otro mundo.

En mi opinión, aún mejor que este trekking es cómo se llega hasta aquí. Y es que a Landmannalaugar solo se puede llegar con 4×4: las pistas de grava se conservan bien y podrían ser aptas para todo tipo de vehículos, pero hay que vadear varios ríos que pueden ir bastante cargados de agua, por lo que el trayecto en 4×4 hasta el punto de inicio de la ruta es ya toda una aventura en sí misma.

En conjunto, la experiencia de conducir con 4×4 por unas tierras tan inhóspitas, y después realizar la caminata, contemplando uno de los paisajes más particulares del mundo, terminando además con un relajante baño en unas aguas termales al aire libre, constituyen una de las jornadas más emocionantes y épicas que se pueden hacer en un viaje por Islandia.

Bonus: Otros dos trekkings igualmente recomendables

No los he incluido por ser trekkings muy cortos, pero te los recomiendo de todas formas. Uno es el del cráter del Hverfjall, uno de los lugares «desconocidos» de Islandia pero que a mí más me impresionó, sobre todo por la belleza del momento de mi visita, con la nieve caída un día antes y una espectacular luz del atardecer que me regaló las mejores instantáneas del viaje.

sobre el crater del Hverfjall
Foto que me tomaron en el cráter de Hverfjall.

Además del propio cráter, la zona del lago Myvatn alberga otros atractivos, como la cueva Grjótagjá o los campos de lava fosilizada de Dimmuborgir, que bien merecen una visita, además del centro termal Myvatn, parecido al Blue Lagoon pero más barato y con mucha menos gente.

Otro trekking absolutamente recomendable es el de Fimmvorduhals, sin duda la mayor cuenta pendiente de mi viaje junto a la laguna Jokulsarlon. Y es que no teníamos previsto hacer este trekking completo, pero el paisaje es tan impresionante que me quedé con ganas de más. Además, una intensa lluvia hizo que la corta caminata se convirtiese en algo demasiado desagradable.

Pero si vas con tiempo y la meteorología se porta bien contigo, esta ruta es un must have de Islandia. El sendero se inicia justo detrás de la cascada de Skogafoss, una de las más accesibles y fotografiadas de Islandia. Una escalera de madera, de nada más y nada menos que 471 escalones, asciende hasta lo alto de la cascada y se interna en un cañón precioso moldeado con las formas más variopintas por el río Skoga, que también ha ido formando múltiples meandros y hasta 25 pequeñas cascadas a lo largo de los 25 Km de la ruta hasta Básar, en el valle de Thórsmörk.

Imagen desde el sendero por Fimmvorduhals
Me quedé con ganas de poder recorrer la ruta entera por Fimmvorduhals.

Allí hay un refugio y llega una pista de tierra, y de mayo a octubre las empresas TREX y South Adventure tienen autobuses todoterreno que te recogen y te llevan de vuelta a Skógar, donde está el parking de la cascada de Skogafoss. Una fantástica opción para vivir otro día inolvidable de aventura en Islandia.

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