El trekking al lago di Sorapis es la excursión más popular de Dolomitas, solo por detrás del de las Tres Cimas de Lavaredo. La popularidad de este lago se debe al fuerte color turquesa de las aguas del lago, que adquieren ese color por el deshielo de las nieves de invierno.
Como te explicaré más adelante, hay que hacerla en primavera o, como mucho, inicios de verano, para poder ver el lago en todo su esplendor. Aún así, es una excursión que, bajo mi punto de vista, vale la pena más por el trekking que llega hasta el lago que por el lago en sí: a lo largo del camino se disfrutan vistas espectaculares de los picos dolomíticos de la zona, y buena parte de la senda transcurre por preciosos bosques alpinos.

La ruta al lago de Sorapis, de un vistazo
Así es la ruta hasta el lago di Sorapis
El Passo de Tre Croci (1800 metros) es uno de los numerosos puertos de montaña que hay en los Alpes. En este punto comienza la ruta.
Al lado del Hotel Passo Tre Croci se encuentra el inicio del sendero 215. Este sendero tiene un recorrido de 10,5 kilómetros, ida y vuelta, hasta el lago di Sorapis, con 400 metros de desnivel acumulado en toda la ruta.

La ruta empieza muy fácil y asequible en un sendero muy amplio y llaneando por un bosque precioso en el que se van abriendo poco a poco las vistas al macizo Sorapiss, con picos escarpados de roca caliza tan característicos de los Dolomitas.
Dejamos atrás el bosque y rodeamos decididamente la Cime de Marcuoira por su cara este, momento en el que enfilamos dirección sur hacia el circo de Sorapis. Lo hacemos a través de un enorme barranco que puede resultar complicado para los que sufren vértigo, sobre todo porque el camino se estrecha y queda a nuestra izquierda un precipicio de cientos de metros. Quienes no sufran de vértigo disfrutarán, porque las vistas son impresionantes.

En este punto y más adelante tendremos pasos equipados con cadenas para que la gente pase más segura. A partir de aquí el camino pica hacia arriba y hay algún paso de trepada por roca que, en condiciones húmedas, puede ser peligrosa. Se ha habilitado incluso unas escaleras en algún tramo para facilitar la subida, lo que sin duda resta encanto pero permite que gente menos preparada pueda completar la ruta.
A la hora y media, el camino se suaviza de nuevo y se interna nuevamente en el bosque. Nos vamos acercando, pero a nuestra izquierda dejamos el desvío que nos lleva al refugio Alfonso Vandelli, que puede ser un buen punto de parada: sirven menús para comer y puedes pernoctar si haces la ruta por la tarde.
El último repecho nos deja en la orilla del lago di Sorapis, a 1925 metros de altitud, con sus características aguas turquesas y a las faldas del Dito di Dio (dedo de Dios, 2603 metros de altura). El circo glaciar que rodea al lago es precioso, y compensa en parte el hecho de encontrarnos el lago tan seco.


Son muchos quienes buscan hacerse la foto de rigor imitando a los influencers que han hecho de este sitio uno de los más instagrameables del mundo. Una buena idea opción para huir momentáneamente del bullicio es hacer una ruta circular que rodea el lago (poco más de media hora).
La vuelta la hacemos por el mismo camino, llevando más cuidado en los pasos complicados por el cansancio acumulado.