Bryce Canyon es uno de esos lugares cuya belleza no pueden captar las fotos. El marciano paisaje de sus famosos hoodoos (chimeneas) sorprende y forma ante ti una estampa mucho más impresionante de lo que las guías y las fotos anticipan. No puedo decir que Bryce Canyon fuese el lugar que más me impresionase de mi road trip por la meseta del Colorado, pero sí fue el que más ampliamente superó las expectactivas previas que tenía antes de visitarlo.
Además, y contrariamente a lo que ocurre con el sublime Gran Cañón, Bryce Canyon sí puede recorrerse en un día, bastante apretado, eso sí. En este artículo te cuento cuál fue mi plan para que tú también puedas replicarlo (¡si quieres!).

Bryce Canyon, de un vistazo
De camino a Bryce Canyon: la impresionante Scenic Byway 14
El día comienza inesperadamente fantástico incluso antes de pisar el Parque Nacional de Bryce Canyon. El trayecto en coche desde la ciudad de St. George hasta Bryce Canyon se convierte en uno de los mejores momentos de todo mi road trip, sobre todo viniendo de la desilusión del día anterior visitando Las Vegas.
La culpa la tiene la carretera escénica 14, que parte de Cedar City y atraviesa la reserva forestal de Dixie y Cedar Canyon. No lo supe en ese momento, pero esta ruta está considerada una de las carreteras escénicas más bonitas de Estados Unidos, cosa de la que puedo dar fe.

La carretera atraviesa bosques de coníferas , abetos y álamos que parecen sacados de un cuento de hadas, además de lagos y gargantas que son un anticipo de loq ue vendrá después. El paisaje es de postal en todo momento, tanto que de haberlo sabido me habría levantado con más tiempo para haber hecho más paradas a lo largo del trayecto.
Sin duda, te recomiendo que cojas esta vía para ir a Bryce Canyon si vienes desde Las Vegas o St. George. Si tienes dudas, échale un vistazo a este vídeo.
Recorriendo Bryce Canyon a pie
El estado de asombro continúa una vez llego a Bryce Canyon. Como te decía al inicio del artículo, Bryce Canyon regala a la vista un paisaje mucho más increíble de lo que sugieren las fotos. Suena a tópico pero realmente hay que estar allí para poder apreciarlo en toda su belleza.

Y es que los hoodoos se concentran por miles en una superfície de 145 km², y dotan a este parque de uno de los paisajes más singulares que se pueden ver en el mundo. Sería una pena irte de aquí sin verlos de cerca, y para ello la única manera es caminar alguno de los senderos.
El más popular es el conocido como Navajo Loop. Es un sendero de 2,2 kilómetros bastante fácil y accesible para todo tipo de personas, ya que no tiene grandes desniveles ni complicaciones. Aún así, ya sirve para poder bajar parte del cañón y acercarse a los hoodoos, desde donde ya podrás apreciar formas y colores surrealistas.
Este trail tiene dos ramales: el de Wall Street y el de Two Bridges. La mala suerte quiso que durante mi visita el ramal de Wall Street estuviese cortado, así que no pude pasar por las famosas S del sendero que baja por este lado. Después supe que esta parte del sendero solo abre los meses de verano, pues el resto del año las lluvias y la nieve dificultan el camino y elevan el riesgo de desprendimientos.

El corte de Wall Street me obligó a hacer una ruta circular distinta a la planeada: bajar por el lado de Navajo Loop abierta hasta enganchar con el Peekaboo Loop Trail, subiendo en dirección sur hasta Bryce Point. Desde allí regresaría al parking al lado del centro de visitantes a través del Rim Trail. En total, unos 10 Km con un desnivel muy suave, unos 750 m acumulados.
El de Peekaboo es un circuito de 8,8 km que comienza en Bryce Point y es uno de los senderos calificados como difíciles por los rangers del parque, aunque bajo mi punto de vista es bastante asequible para cualquiera en un estado de forma aceptable. La única dificultad puede venir por el hecho de sus continuos descensos y ascensos entre los hoodoos, pero eso es precisamente lo que lo hace interesante, ya que tienes una perspectiva muy cercana de los mismos.
Parece ser que es el menos transitado de los senderos, y permite disfrutar de la soledad del cañón y de algunas vistas panorámicas espectaculares. A lo largo del camino aparecen formaciones emblemáticas como las Three Wise Men y el Wall of Windows.

Al llegar a Bryce Point tomo el Rim Trail para regresar al área del centro de visitantes, donde tengo el coche. El Rim Trail es el sendero más panorámico de todos, pues recorre la parte alta del anfiteatro conectando los principales miradores (desde Fairyland Point hasta Bryce Point).
En total son 17,7 km, pero el tramo que yo hago, desde Bryce Point hasta Sunset Point, son solo 3,7 Km a través de un cómodo y plano sendero apto para cualquiera. El mirador que más me gusta en el Rim Trail es el Inspiration Point (foto de portada) donde también hay otro parking y-cómo no- muchísima gente.
Otro sendero conocido en el parque es el Queen’s Garden Trail. Con 2,9 km (ida), es considerado uno de los senderos más fáciles para descender al interior del anfiteatro. Parte desde Sunrise Point y te lleva entre algunas de las formaciones rocosas más famosas, como una que -según dicen- recuerda a la Reina Victoria, de ahí su nombre.

Combinado con el Navajo Loop, Queen’s Garden forma el circuito más famoso del parque. Además lo hace en una curiosa forma de 8. A pesar de que sobre el mapa puede parecer un trekking muy largo, son apenas 4,6 Km, con un desnivel positivo de solo 191 metros y que lleva, como máximo, unas 3 horas.
A continuación te dejo un mapa propio en el que he señalado la ruta que hice yo, el Navajo Loop Trail completo (recuerda, el tramo de Wall Street solo abierto en verano) y el Queen’s Garden Trail. En el norte del parque hay otro trail más, el Fairyland Loop, mucho más exigente, de 12.6 km y 579 metros de desnivel positivo. Es un sendero mucho menos transitado por su mayor dificultad.

Ruta por la carretera escénica del parque
Empecé el trekking temprano -cosa que te recomiendo hacer- y terminé la ruta a la hora de comer. Después de recargar energías pude dedicar la tarde a recorrer en coche la carretera escénica del parque, la Bryce Canyon Scenic Drive, que se extiende por 29 kilómetros (18 millas) desde el centro de visitantes hacia el sur, hasta el Rainbow Point.
Esta ruta es interesante porque tiene hasta 13 miradores con vistas muy variadas al anfiteatro natural de Bryce Canyon y sus alrededores. Los más interesantes, bajo mi punto de vista, son Natural Bridge y Ponderosa Canyon. En cualquier caso, da tiempo de sobras a detenerse en todos ellos.

Algunos de estos miradores son famosos para la fotografía y atraen a profesionales y aficionados tanto al amanecer como al atardecer. Los miradores Sunrise Point y Sunset Point ya nos dan pistas del momento en el que es aconsejable ir para fotografiarlos.
Sunset Point es el que elegí para fotografiar el ocaso en Bryce Canyon, ya que ofrece una vista privilegiada del sol descendiendo entre los hoodoos tostados por el sol durante todo el día. Pero otro buen mirador y famoso también por su paisaje cuando empieza a caer la noche es Yovimpa Point, justo al final de la carretera escénica. Como puedes imaginar, hay mucha menos gente aquí que en Sunset Point, ya que este se encuentra cerca del parking y el centro de visitantes.
Bryce Point es otro mirador muy fotogénico a cualquier hora del día. Puedes llegar en coche en un pequeño desvío desde la carretera escénica, y recuerda que también puede ser punto de inicio o final del trekking por el loop Navajo-Peekaboo-Rim Trail que te he comentado antes.
