Un cañón de roca caliza esculpida por el río Virgen durante millones de años, repleto de desfiladeros y paredes verticales de infarto atravesadas por río que regalan algunas de las postales más icónicas y algunos de los trekkings más apasionantes del oeste americano. Eso es Zion.

No siempre valorado como se merece, el Parque Nacional Zion es una parada obligatoria dentro de una ruta por los parques nacionales del oeste. No en vano, sus 4,9 millones de visitas en 2024 hacen de él el parque más frecuentado del estado dentro de los “Mighty 5” de Utah. Y está más que justificado: es un sitio espectacular, el cual merece dedicarle al menos un par de días, y no una simple visita de «cortesía» como suelo ver en la mayoría de blogs de viaje.

Zion National Park, de un vistazo

La forma más rápida y cómoda es en coche de alquiler. En temporada alta se recomienda encarecidamente aparcar en Springdale y coger allí el autobús lanzadera hasta el centro de visitantes, ya que encontrar parking dentro del parque es difícil pasadas las 9 AM. Si vienes de visitar Bryce Canyon o el North Rim del Gran Cañón, la entrada este es menos concurrida y te permite recorrer la bellísima carretera escénica de Mount Carmel. Se puede llegar también en tours organizados de uno o varios días, la mayoría desde Las Vegas y combinando también la visita con Bryce Canyon o el Gran Cañón.
Zion es un Parque Nacional pequeño en relación a la cantidad de gente que lo visita, así que espera muchísima gente de los meses de febrero a noviembre. Probablemente la mejor época para visitar Zion sea el otoño: temperaturas suaves, algo menos de gente que en pleno verano y menor caudal del río Virgin, lo que facilita poder hacer el trekking de The Narrows. Invierno es una fantástica época para recorrer el parque en coche, pues la carretera escénica del cañón de Zion está abierta y puedes recorrerlo a tu aire, aunque con altas probabilidades de encontrártelo nevado (bueno para fotografiar, malo para hacer senderismo). Verano es, con diferencia, la peor época, con el parque a reventar de gente y temperaturas enfilándose sin muchos problemas hasta los 35ºC y con un alto riesgo de inundaciones repentinas en The Narrows por las tormentas entre los meses de julio a septiembre.
Dentro del Parque Nacional el único hotel es el Zion Lodge. Otra opción es acampar en el South Campground (sin reserva) o el Watchman Campground (con reserva). Fuera del parque los alojamientos más cercanos están en Springdale, Rockville, Hurricane o St George (entrada sur) o Mt Carmel, Orderville o Kanab (entrada este).

Angel’s Landing, The Narrows, o ambos: elige tu aventura

Zion es un paraíso para excursionistas. Tanto es así que solo en este Parque Nacional están dos de los senderos más conocidos y populares de Estados Unidos: The Narrows y Angel’s Landing.

La mayoría de quienes vienen a Zion buscan hacer el de Angel’s Landing. Lo cierto es que es un trekking ideal para una sola jornada, ya que ofrece la mejor panorámica de todo el parque, con una visión magnífica del cañón de Zion desde lo alto de la cresta.

Solo hay un problema con Angel’s Landing: la alta afluencia de excursionistas. En lo últimos años la fiebre por hacer este trekking ha sido tan fuerte que en 2022 el Servicio de Parques Nacionales de EEUU se vio obligado a establecer un cupo máximo diario de senderistas, regulado mediante un sistema de lotería. Esta lotería, además, debe hacerse con mucha antelación: para las fechas de verano -del 1 de junio al 31 de agosto- hay que registrarse del 1 al 20 abril, notificándose los resultados el 25 de ese mes.

La cresta de Angel's Landing
La subida final de Angel’s Landing. Foto de Sapan Patel en Unsplash.

Son siete las fechas diferentes a las que puedes optar, y con un máximo de 6 personas por permiso. Para quienes no tengan suerte con el sorteo estacional queda la opción de la última hora con la lotería diaria, donde se sortean plazas el día anterior a la caminata. Tienes todas las instrucciones y el calendario de sorteos en la web de recreation.gov.

Si tienes suerte con el sorteo -no como yo, que me quedé sin poder hacerlo- verás que el último tramo del sendero es el más complicado: se asciende por un paso estrecho y empinado, habilitado con cadenas para facilitar la ascensión y el descenso. La ruta total es de unos 8 kilómetros entre ida y vuelta, con una duración de entre 4 a 5 horas, y no tiene ninguna dificultad técnica salvo en ese tramo final, cuando lo empinado y estrecho de la subida por la cresta hace recomendable prescindir de esta excursión a quienes tengáis miedo a las alturas.

Si no tienes suerte con ninguno de los dos sorteos, la mejor alternativa es The Narrows, sendero que se adentra por el segmento superior del Cañón del río Virgin. Lo que ha hecho tan famosa a esta ruta es que se camina sobre el lecho del río, y dependiendo de la época y del caudal que lleve puedes llegar a sumergirte hasta el pecho. Esto obliga a llevar calzado apto para caminar en el agua, ropa impermeable y bastón para caminar con más seguridad.

Esta necesidad de ir bien equipado, aún incluso durante los meses de verano -el agua del río Virgin está fría siempre- ha hecho que en Zion y alrededores haya crecido una industria tremenda de alquiler de material para hacer The Narrows, así que encontrarás infinidad de tiendas y puestos donde puedes alquilar botas, chaleco y bastón, a un precio -hay que decirlo- nada barato. Aún así, siempre hay algún valiente que hace parte de la ruta simplemente con chanclas y bañador, aunque no es lo aconsejable.

The Narrows, Zion National Park.
Primeros pasos por The Narrows, segmento en el que las aguas aún no son profundas.

La incomodidad de caminar sobre el lecho de un río que puede llegar a cubrirte hasta la espalda se ve recompensada por la belleza del Cañón. Como su propio nombre indica, el cañón aquí se estrecha, y los hilos de sol se filtran, iluminando las paredes rojas del desfiladero y regalando estampas de película.

Lo bueno de The Narrows es que no requiere de un permiso como Angel’s Landing, así que puedes tenerla como plan B. Lo malo es que, justamente por eso, es una ruta muy frecuentada, si bien es cierto que la mayoría de quienes la hacen recorren únicamente el llamado Riverside Walk, de un kilómetro y medio, una parte del sendero que está pavimentado y que es accesible incluso para sillas de ruedas.

Pasado el Riverside Walk uno ya debe empezar a caminar sobre el río y es cuando se hace indispensable llevar material adecuado. El río atraviesa puntos como las Mystery Falls, el cruce con el Orderville Canyon y la sección llamada Wall Street, donde el cañón se estrecha a una distancia de apenas 6 metros. A 5.7 Km, Big Springs marca el punto donde se recomienda dar la vuelta para hikes de un día.

Recorriendo la Zion – Mount Carmel Highway en coche

Recorrer en coche esta carretera fue una de las sorpresas del viaje. Terminada de construir en 1930, esta carretera de 25 millas (40 km) fue incluida en el registro de lugares históricos de Estados Unidos, remarcando así su importancia. Lo cierto es que es conocida como una de las carreteras escénicas más bonitas del país, y pude dar fe de ello durante mi visita, quedándome embobado con las curiosas formaciones rocosas, moldeadas por siglos de erosión del viento, la lluvia y la nieve, y que van dibujando postales verdaderamente espectaculares a cada nueva curva que va sorteando la carretera.

Esta carretera supone también un buen aperitivo de Zion, sobre todo si entras al parque por su entrada este: el paisaje va ganando espectacularidad de forma progresiva hasta el estrecho túnel de Zion-Mount Carmel, donde la carretera se convierte en un carril de un único sentido y se regula el paso de los vehículos. Al otro lado, nada más cruzarlo, te encuentras ya en el cañón de Zion y un paisaje increíble se abre ante tus ojos. De aquí y hasta el centro de visitantes la carretera va descendiendo en continuas eses, con múltiples recodos donde hacer una parada.

Pero justo antes del túnel -o después, si es que haces la ruta en dirección este- hay un lugar que vale la pena visitar: el mirador de Canyon Overlook. Un pequeño parking permite dejar el coche y empezar una caminata corta, que no llega ni al kilómetro, y que te lleva al borde del precipicio justo por encima del Great Arch, donde tienes unas vistas impresionantes, desde luego muy superiores al poco esfuerzo que ha requerido llegar hasta aquí.

Vista desde Overlook Canyon.
La vista desde el Canyon Overlook es una cosa de locos, teniendo en cuenta que para llegar a él solo hay que caminar unos 20 minutos por un sendero bastante fácil.

Visitando el cañón de Zion con el autobús shuttle

La otra carretera escénica del Parque Nacional, ya dentro del cañón de Zion, está cortada al acceso rodado la mayor parte del año -de febrero a noviembre- y solo pueden transitar por ella los autobuses del parque. Estos autobuses gratuitos recorren el cañón de arriba a abajo, deteniéndose en las 9 paradas que hay en puntos estratégicos y lugares interesantes que ver del parque, como la parada donde puedes ver de cerca los Court of the Patriarchs, la parada que da inicio al sendero de las Emerald Pools -tres piscinas naturales alimentadas por varias cascadas y ubicadas a distintas alturas, cuya ruta de 4Km las rodea de forma circular- y la parada The Grotto, que es donde bajan quienes hacen Angel’s Landing.

La última parada que hace el bus es la de Temple of Sinawava, de donde arranca el sendero de The Narrows. Tras finalizar la caminata por The Narrows puedes coger el autobús para volver al centro de visitantes. En el camino de bajada, el autobús hace dos paradas adicionales: una en Big Bend y otra mucho más adelante, en el Canyon Junction, lugar donde confluyen la carretera escénica del cañón Zion con la de Mount Carmel.

Vale la pena bajarse aquí para ir al Canyon Junction Bridge si quieres fotografiar el atardecer: una de las imágenes icónicas de Zion tiene lugar en este punto, con una vista preciosa del río Virgin y los últimos rayos de sol tostando las llamadas Watchman Mountain.

De bajada hay otra parada más, esta vez en el Human History Museum. Además de visitar el museo quizás quieras hacer como yo y fotografiar las Towers of the Virgin, de las cuales tienes una buena estampa justo detrás del edificio del museo. Este suele ser un punto conocido por fotógrafos pero no por mucha más gente. Aquí estuve yo un buen rato en absoluta soledad, en contraste con el gentío que me encontré durante el día.

Gran vista de las Towers of the Virgin desde detrás del Human History Museum.

Otros lugares de interés en Zion por si vienes más tiempo

Zion es un parque enorme y con muchísimo por ver, mucho más de lo que aparenta. A mí se me quedó pendiente otro buen plan, sobre todo por si te falla Angel’s Landing: el trekking al Observation Point. Se trata de un mirador con unas vistas muy similares a las de Angel’s Landing, pero ubicado en el borde este del cañón de Zion.

Hace años Observation Point era accesible a través de un empinado sendero que se cogía en la parada del autobús del parque de Weeping Rock, pero esta parada se cerró debido a los continuos desprendimientos de roca en esta zona, lo que obliga a tomar el sendero llamado East Mesa Trail.

Se accede al punto de inicio de este sendero a través de un desvío a la derecha que hay poco antes de la entrada este del parque. Hacia el final la carretera se convierte en pista, apta para todo tipo de vehículos aunque puede complicarse en caso de lluvia. Eso sí, te tocará madrugar para poder aparcar el coche en el Trailhead, ya que solo hay unas 15 plazas para coches.

Paisaje en Observation Point, Zion National Park.
La vista desde el Observation Point es parecida a Angel’s Landing, pero con menos gente, sin necesidad de permiso e incluso sin necesidad de tener el pase para el Parque Nacional. Foto de Jarod Lovekamp en Pexels.

La otra sección del parque, menos conocida y mucho menos visitada, son los Kolob Canyons. Ubicados al noroeste del cañón de Zion, los Kolob Canyons son menos espectaculares, pero es una buena forma de huir de las masas de visitantes del cañón de Zion. Además, la carretera escénica de Kolob está siempre abierta a vehículos privados, y puedes recorrerla a tu ritmo, haciendo paradas en los miradores y caminando alguno de los cortos trekkings de la zona, como el Timber Creek Overlook Trail, con una fantástica vista desde el Kolob Canyons Viewpoint.

¿Qué hacer después de visitar Zion?

Zion está bastante cerca de otros dos parques nacionales míticos de Utah, el parque nacional Bryce Canyon, y por supuesto, el majestuoso Gran Cañón, en concreto la zona más cerca a Zion es la del North Rim. Ambos parques son visita obligada, tanto antes como después de Zion National Park, así que planifica tu viaje en consecuencia.

Los otros parques de Utah son Arches, Canyonlands y Capitol Reef. Los tres están ya algo más alejados de Zion que Bryce y el North Rim, pero si viajas, al menos tres semanas, merecen también una visita.

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