El trekking de las Tres Cimas de Lavaredo es uno de los más populares -posiblemente el que más- de los Dolomitas. Es una ruta circular asequible que rodea los tres míticos picos: la Cima Piccola, la Cima Grande y la Cima Ovest.
Estamos en los Dolomitas de Auronzo, en la región italiana del Trentino-Alto Adigio, al noreste del país. La ruta comienza en el parking del refugio Auronzo, a las faldas de las tres cimas.

Tres cimas de Lavaredo, de un vistazo
Así es la ruta circular
La ruta circular por las Tres Cimas de Lavaredo es bastante asequible y, desde luego, más fácil que la del Lago di Sorapis. Son 10,13 km de recorrido con inicio en los 2.170 metros de altitud, alcanzando un máximo de 2.450 metros. El desnivel positivo es de 535 metros y el negativo de 540, lo que la convierte en una caminata exigente solo en algunos tramos, pero en general bastante llevadera.
La mayor parte del sendero es ancho, bien marcado y sin dificultades técnicas. No hay pasos expuestos ni zonas que requieran habilidades de escalada, así que cualquier persona con un mínimo de forma física puede completarla sin problemas. Nosotros seguimos la ruta clásica que parte del Refugio Auronzo, bordea las Tres Cimas por la vertiente sur, pasa por el Refugio Locatelli —uno de los puntos más espectaculares del recorrido— y regresa a Auronzo por el lado norte, ofreciendo vistas diferentes en cada tramo.

Aunque hay otras rutas en la zona, incluidas varias vías ferratas para los más aventureros, el sendero principal está muy bien señalizado y es casi imposible perderse. Además, la afluencia de senderistas durante los meses de verano convierte la travesía en una especie de romería alpina: basta con seguir a la multitud si surge alguna duda sobre el camino.
Lo que realmente hace especial esta caminata no es solo la majestuosidad de las montañas, sino la sensación de estar rodeado de historia. Las Tres Cimas de Lavaredo han sido testigos de antiguos enfrentamientos durante la Primera Guerra Mundial y son también un lugar emblemático en la historia del Giro de Italia.

Desde el refugio Auronzo tomamos el sendero 101 que rodea las tres cimas por su cara sur. Es un camino super fácil que va llaneando con pequeñas subidas y bajadas. Pasaremos por una ermita a los 2 Km y al poco rato llegaremos al refugio Lavaredo, aunque poco antes hay un desvío que sube a mano izquierda por las faldas de la Cima Piccola y que llega hasta el collado de Forcela Lavaredo, desde donde tendremos la primera gran vista de las tres cimas.
Desde el collado descendemos un poco y volvemos luego a subir hacia el refugio Locatelli, lugar bullicioso por encontrarse a mitad de la ruta. Muchos paran aquí para comer, tomarse un café o una cerveza o simplemente descansar en la pradera, donde hay una magnífica vista a los Laghi dei Piani.
Si quieres alargar la ruta, ahora es un buen momento. En el refugio Lavaredo coge el sendero 104 en dirección al refugio Pian di Cengia, a las faldas del monte Paterno, para luego descender al Locatelli. Esto añade entre hora y media y dos horas a la ruta.

Tras la parada en el Refugio Lavaredo, continuamos la ruta tomando el sendero 105, que desciende de forma pronunciada hacia el Pian da Rin. Esta parte del recorrido ofrece unas vistas espectaculares del valle y del macizo del Monte Paterno, que se eleva imponente a la izquierda. El contraste entre los verdes prados y las abruptas paredes de roca crea una atmósfera única, perfecta para una pequeña pausa fotográfica.
El descenso culmina en una zona más llana y abierta, desde donde comenzamos el que es, sin duda, el tramo más exigente del trekking: un ascenso sostenido con bastante desnivel positivo, aunque sin dificultad técnica. Es un esfuerzo que se hace llevadero si se afronta con calma, disfrutando del paisaje y ajustando el ritmo según el nivel físico de cada uno.

A medida que ganamos altura, se abren las vistas hacia el este, con los picos del Gruppo dei Cadini al fondo, y pronto alcanzamos el refugio Malga Langalm (Langalmhütte), un lugar ideal para hacer una segunda parada y tomar algo. El entorno es espectacular: un valle glaciar con un pequeño arroyo, vacas pastando en verano y una imagen de postal con las Tres Cimas elevándose justo detrás.
Desde aquí, tras un breve tramo más de subida, alcanzamos el collado occidental, donde obtenemos una última y majestuosa vista de la cara norte de las Tres Cimas, quizá la más fotografiada de todas. Es un punto ideal para detenerse unos minutos y apreciar el conjunto completo del macizo antes de comenzar el regreso.

A partir de aquí, el sendero gira hacia el sureste, bordeando las Tres Cimas por su cara sur, más redondeada y amable, en contraste con la verticalidad de su fachada norte. El camino de regreso al Refugio Auronzo es más suave, con tramos casi llanos que permiten ir relajando las piernas mientras se disfruta del paisaje. En este último tramo, el sol suele estar más presente y las vistas hacia el Monte Cristallo y el valle de Misurina acompañan hasta llegar de nuevo al punto de inicio del trekking.
Si terminas la ruta al mediodía (bastante factible si estás en forma) una buena opción para comer es el Chalet Lago Antorno. En el lago Misurina hay más restaurantes y varios hoteles donde pasar la noche.
